El Museo de la Mina de Mequinenza es uno de los lugares que vale la pena conocer. Se trata de un lugar único donde disfrutar y conocer de una de las iniciativas turísticas más interesantes que hay en Aragón en relación con la minería.
La localidad zaragozana de Mequinenza está situada en la comarca del Bajo Cinca, al este de la provincia de Zaragoza, limítrofe con la provincia de Huesca y Lérida. Conforme nos acercamos al pueblo no podemos dejar de fijarnos en el entorno. Los embalses, el castillo en lo alto de la montaña y por supuesto los estratos del Oligoceno de los que durante 150 años se ha extraído el carbón. Mequinenza es un pueblo estratégico donde confluyen los ríos Segre y Cinca en el Ebro lo que hace que su gente siempre haya estado ligada al agua. Ahora es un sitio referente para la pesca y deportes acuáticos. Pero en el pasado, además, esta agua fue esencial para poder transportar las toneladas de carbón que se explotaban todos los días.
En 2010 se inauguró el Museo de la Mina y el Museo de la Historia situado en la antigua escuela del pueblo. explotaban. El museo de la Historia nos adentra no sólo en la historia de la mina y del pueblo, sino también de su entorno, de su fauna, flora y singular geología. Aprovechamos la réplica de un antracotérido que tienen en el museo, para recordar que en las minas de carbón es habitual encontrar fósiles. El carbón es una acumulación de madera carbonizada donde quedan conservados los fósiles. Pero, sin duda, a nosotros lo que más nos llamó la atención fue el sistema de llaüts, embarcaciones con las que desplazaban el carbón río abajo. De estas magníficas embarcaciones puedes leer más información en una entrada de la web del Museo de Ciencias Naturales.
La joya de la corona es sin duda el Museo de la Mina. En pocos sitios te puedes adentrar en una mina auténtica (sin correr riesgo). En ella vamos siguiendo la capa de carbón como hilo conductor para conocer los distintos métodos de explotación que se han ido utilizando a lo largo de los 150 años que han estado activas estas minas. ¡Y hasta tienen allí dentro la maquinaria real con la que se excavo la mina! En estas minas a parte del famoso carbón, encontramos otros minerales secundarios que nos resultan muy interesantes como epsomita, caolín, yeso y nos cuentan que también aparece pirita microscópica (para la próxima vez que visitemos la mina ya tenemos preparada la lupa).
Desde luego siguen quedando vestigios de la vida minera en el pueblo. Javier Rodes, guía del museo, nos habla de su familia, de las tradiciones que se siguen realizando y de la sirena de la 13h. Esa sirena que estuvo sonando durante años dando aviso para parar a comer a los mineros que hoy se mimetiza con la vida cotidiana de los mequinenzanos. Desde 2010 reciben miles de visitantes y se pueden realizar visitas guiadas con previa reserva los sábados y domingos.
Si quieres reservar visita o quieres más información en la web del Museo de la Mina de Mequinenza
Los textos y las fotos son de Talín Arbas