PROVINCIA: Teruel / COMARCA: Jiloca / LOCALIDAD: Peracense
El castillo de Peracense es una construcción de gran belleza por su adaptación a la roca donde se construyo. Se trata de uno de los castillos más bonitos y mejor conservados en Aragón. Inicialmente formaba parte del sistema defensivo de la Taifa de Albarracín. En el siglo XII paso a manos cristianas, primero a las del reino de Navarra, y posteriormente al de Aragón. El interior de un castillo no es un lugar habitual para buscar canteras, pero indudablemente la gran cantidad de piedra necesaria para su construcción, hacía que las canteras donde se obtenía la roca no estuviera lejos del emplazamiento. Sin embargo, la cantera del castillo de Peracense, tiene que ver poco con su construcción de sus muros. José Luis Ona nos puso en la pista de esta pequeña cantera histórica y de su origen. Por el momento, es la única que tenemos documentada de piedras de afilar en Aragón.
Cantera de piedras de afilar en el Castillo de Perancese. Foto: José Luis Ona
PRINCIPALES DATOS
CATEGORÍA: Canteras
COORDENADAS: 40.636778 / -1.480411
PROVINCIA: Teruel / COMARCA: Jiloca
LOCALIDAD: Peracense
ROCAS: Arenisca,
COMO LLEGAR:
Se encuentra a 2,4 Km al SO de Peracense. Se puede acceder con vehículo desde esta localidad tomando una carretera hacía el sur en dirección a Rodenas. El castillo está junto a la carretera
SITUACIÓN ACTUAL:
Se puede visitar ya que se encuentra en el interior del castillo de Peracense. Se puede observar los restos de las tallas de las piedras entre las reproducciones de armas de guerra que se encuentran en el recinto del castillo.
GEOLOGÍA:
La cantera se encuentra localizada en areniscas rojas del Triásico inferior (Bundsandstein). Esta unidad geológica es bien conocida en toda zona como Rodeno. Esta arenisca tiene un origen fluvial.
HISTORIA:
Reproducimos a continuación, los comentarios de José Luis Ona. Al principio hubo sus más y sus menos sobre el origen de las estructuras redondas talladas en la arenisca que se encuentran en el interior del castillo, sosteniendo algunos que eran ruedas de molino. Pero no daban la talla, especialmente en cuanto a su espesor. Pronto se vio que lo que se benefició en aquella cantera fueron piedras de afilar. Una actividad que surgió muy posiblemente en época relativamente reciente (ss. XVIII-XIX). El cuadro "Un afilador de armas (año 1700)", de Antonio Fabrés, publicado en la revista barcelonesa "Álbum Salón", c. 1900, muestra una de esas piedras de afilar, incluso con el color rojo, típico de la arenisca del rodeno, que es donde se encuentra la cantera